«Todos deberíamos ir a terapia psicológica alguna vez» venía oyendo desde hace años y lo cierto es que esa era también mi opinión, porque… ¿Quién no tiene aspectos que solucionar… que sanar, bloqueos o actitudes de no termina de comprender o emociones que desenmarañar?
La cuestión es que “por H o por B” nunca había ido a terapia hasta que por suerte del destino, literal, dado que me inscribí en un sorteo y me tocaron cinco sesiones de psicoterapia, comencé a ir. Y no pude caer en mejores manos; Los brazos que me sostuvieron durante las sesiones fueron los de la terapeuta Pilar Novoa, de la Fundación SoySol, entidad cuyas propuestas se centran en la salud, tanto del planeta como de las personas. Creo que fue esto precisamente lo que me atrajo a conocer esta Fundación: que une sostenibilidad ambiental y desarrollo personal. Las personas que me conocen bien saben que medio ambiente y bienestar personal, son dos aspectos importantes en mi vida. De hecho, soy ambientóloga de carrera y como profesora de Yoga trabajo día a día para mi bienestar y para el bienestar de las personas que me rodean.
He de confesar que como nunca había ido a terapia, iba sin expectativas pero con mucha curiosidad. Quiero decir con esto que no iba para trabajar algo en particular y que mi actitud era de la estar totalmente abierta al proceso. Y esto fue lo primero que Pilar, la terapeuta, resolvió o enfocó: dejaríamos de un lado un par de temas que ella no veía claros y trabajaríamos sobre algunos otros que sí. Decisión que fue, obviamente, consensuada entre ambas.
Durante las sesiones pude ir ahondando con su ayuda en algunos aspectos de mi persona que si bien se habían manifestado, lo habían hecho de manera sutil. Y esto también me resultó de mucho valor, dado que normalmente hago un trabajo personal con aquello que más me rechina, o cuando llega el conflicto “gordo” con algo o con alguien. En las sesiones pude, en la naturalidad de una conversación, llegar a lugares, emociones, y heridas que aún no había descubierto.
Durante la terapia me resultó muy interesante el abanico de recursos que la terapeuta me ofrecía, como por ejemplo el role play de una situación conflictiva, dinámica que me ayudó a entender la situación y también a ponerme en la piel de la otra persona; la incorporación de mi carta astral para contrastar los detalles de lo que habíamos ido identificando en otras sesiones; así como el poder, simplemente, charlar de mi caminar espiritual y su visión sobre el mismo.
Hoy, finalizada la terapia, siento que ésta me ayudó a acercarme más a quien realmente soy, a conocer mis bondades, mis defectos y esa esencia que llega a los demás desde el centro de mi ser y con ello, seguir evolucionando y caminado el sendero de la vida con la mayor aceptación de lo que es y lo que soy. Por eso, aunque no fuese la primera vez en revisarme, dado que es parte de mi compromiso con mi propio desarrollo personal, siempre debería haber una primera vez para hacerlo acompañada por una profesional.
Gracias a Fundación SoySol y en particular a Pilar Novoa por la oportunidad que me brindó y por su compromiso con el bienestar de las personas y del planeta. Si quieres conocer la cantidad de actividades, talleres, terapias y agenda visita su web SoySol
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